ZINC

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El zinc es un oligoelemento importante que las personas necesitan para mantenerse saludables. Entre los oligoelementos, este elemento se encuentra en segundo lugar solo después del hierro por su concentración en el organismo.
Funciones:
Ø  Colabora con el correcto funcionamiento de la glándula prostática y el desarrollo de los órganos reproductivos,
Ø  Previene el acné al regular la actividad de las glándulas sebáceas,
Ø  Interviene en la síntesis proteínas,
Ø  Interviene en la síntesis de colágeno,
Ø  Intervienen la respuesta frente al estrés,
Ø  Promueve la cicatrización de heridas,
Ø  Intensifica la respuesta inmunológica del organismo,
Ø  Es protector hepático,
Ø  Es fundamental para formar los huesos,
Ø  Forma parte de la insulina,
Ø  Es un potente antioxidante natural ya que es un componente de la enzima antioxidante superoxidodismutasa,
Ø  Aumenta la absorción de la vitamina A,
Ø  Interviene en el normal crecimiento y desarrollo durante el embarazo, la niñez y la adolescencia,
Ø  Ayuda a mantener los sentidos del olfato y del gusto,
Ø  Ayuda a mantener las funciones oculares normales.
Fuentes naturales de Zinc
Los pescados en general aportan zinc El zinc se encuentra en una amplia variedad de alimentos. La absorción de zinc es mayor si este proviene de proteínas animales que de proteínas vegetales.
Ø  Alimentos de origen animal: Las carnes, el pescado, yema de huevo, carne de cordero, hígado, ostras, aves, sardinas, mariscos.
Ø  Alimentos de origen vegetal: levadura de cerveza, algas, legumbres, setas, nueces de pecán, lecitina de soja, soja, cereales integrales.
En la siguiente tabla se menciona la cantidad de Zinc en miligramos (mg.) contenida en una porción de alimento.



Deficiencia de zinc

La deficiencia de zinc ocurre a menudo como consecuencia de una ingesta inadecuada o una absorción pobre o cuando la excreción de zinc está aumentada como así también cuando aumentan los requerimientos de nuestro organismo.
Entre las principales causas podemos nombrar enfermedades como la cirrosis hepática, la diabetes y la insuficiencia renal. Todas ellas generan carencia de zinc o hipozinguemia. Así mismo las diarreas crónicas ayudan a la disminución del zinc en nuestro organismo. También el factor genético puede influir en la deficiencia; como en la acrodermatitis enteropática, enfermedad hereditaria infantil que se manifiesta como una incapacidad de absorber zinc de la dieta en forma adecuada.
Tanto el exceso de sudor como el consumo de aguas duras provocan pérdida de zinc.
La deficiencia o carencia de este mineral ocasiona:
ü  Debilidad y manchas blancas en uñas
ü  Pérdida de los sentidos del gusto y olfato
ü  Piel con acné
ü  Pérdida de apetito
ü  Alteraciones oculares
ü  Retraso en el desarrollo sexual
ü  Alteración en el crecimiento
ü  Pérdida del cabello
ü  Cansancio y fatiga
ü  Impotencia, infertilidad
ü  Debilidad del sistema inmune, susceptibilidad a procesos infecciosos
ü  Aumento del nivel de colesterol sanguíneo
ü  Cicatrización lenta de heridas y lesiones en la piel
ü  Trastornos prostáticos
ü  Diarrea
¿Quiénes pueden necesitar refuerzos de zinc para prevenir su deficiencia?
ü  Mujeres durante el embarazo y la lactancia,
ü  Infantes y niños,
ü  Personas desnutridas o malnutridos (anorexia nerviosa),
ü  Personas con diarrea crónica,
ü  Individuos con síndrome de malabsorción: enfermedad celíaca, enfermedad de crohn o colitis ulcerosa,
ü  Alcohólicos,
ü  Pacientes sometidos a cirugía gastrointestinal,
ü  Vegetarianos,
ü  Ancianos.
Factores que afectan o inhiben la absorción de zinc
Hierro: Los suplementos de hierro de altas dosis (mayor a 25 mg) pueden disminuir la absorción de zinc. Esto no ocurre con el hierro proveniente de la dieta. No se recomienda tomar los suplementos entre comidas para así disminuir su efecto con respecto al zinc.
Calcio: el calcio en combinación con el ácido fítico inhibe al zinc ya que forma complejos insolubles para el intestino.
Fitatos: presentes en granos integrales, maíz y arroz. Los fitatos se unen al mineral bloqueando su absorción. Existen diferentes tratamientos que las industrias alimentarias realizan sobre ciertos alimentos para disminuir el contenido de fitatos y así mejorar la absorción de zinc y de hierro.
Fibra: presente en alimentos que también contienen fitatos.
Cadmio: niveles tóxicos de cadmio pueden inhibir la absorción de zinc.
Caseína: proteína presente en la leche muestra tener un efecto negativo sobre la absorción de zinc.
Medicamentos: antibióticos (tetraciclinas y quinolonas), anticonvulsionantes (valproato de sodio), diuréticos, anticonceptivos, y corticoides.
Factores que facilitan la absorción
Proteínas animales: la cantidad de proteínas presente en una comida lleva a un aumento de la ingesta de zinc y tiene un efecto positivo sobre la absorción de zinc
Histidina y metionina (aminoácidos)
Ácidos orgánicos: el agregado de ácido cítrico aciertas comidas puede estimular la absorción de zinc
TOXICIDAD POR CINC
El límite superior recomendado para la ingestión de cinc es de 40 mg/día. La intoxicación es rara.
La ingestión de cinc elemental en dosis de 100 a 150 mg/día durante períodos prolongados interfiere con el metabolismo del cobre y causa un descenso de los niveles séricos de este elemento, microcitosis eritrocítica, neutropenia y alteraciones de la inmunidad; dosis más altas deben administrarse sólo durante períodos breves, con seguimiento estrecho del paciente.
La ingestión de cantidades mayores (200 a 800 mg/día), por lo general a causa de consumir alimentos o bebidas ácidascontenidos en un envase galvanizado (revestido de cinc), puede provocar vómitos y diarrea. La intoxicación crónica puede causar deficiencia de cobre y daño nervioso.
Una suplementación con zinc, especialmente en altas dosis, también puede producir otros efectos adversos como interferir y disminuir el estatus corporal de cobre. Un caso especial se describe en un estudio realizado por Salzman y cols., en 2002 en el que los autores describen la intoxicación por zinc de un individuo de 17 años que durante 6-7 meses tomó elevadas dosis diarias de zinc en forma de suplementos y que desarrolló una hipocupremia con anemia, leucopenia y neutropenia. Esta anemia inducida por una hipocupremia por un exceso de zinc también, además de una nefrosis, se observa en otro caso de ingesta elevada de zinc (concretamente 2.000 mg de gluconato de zinc durante 12 meses). En ambos casos los efectos tóxicos remitieron al suprimir las ingestas de zinc.
La inhalación de altas concentraciones de este metal, concretamente en forma de cloruro de zinc, puede causar neumonitis y un síndrome respiratorio en el adulto.
In Vitro, el Zn produce citotoxicidad por un detrimento de los niveles de glutatión reducido y un incremento de los niveles de la forma oxidada del glutatión. También in vitro y a niveles elevados, produce muerte celular debido a que en primer lugar es capaz de generar especies reactivas de oxígeno y en segundo lugar a que activa la cascada de la MAP-kinasa.
La fiebre de los vapores metálicos, también llamada fiebre de los fundidores de latón o temblores del cinc, está causada por la inhalación de vapores industriales de óxido de cinc; provoca fiebre, disnea, náuseas, fatiga y mialgias. El inicio de los síntomas suele ser de 4 a 12 hs después de la exposición. Los síntomas remiten después de transcurridas 12 a 24 horas en un ambiente sin cinc.
El diagnóstico de la intoxicación por cinc suele realizarse sobre la base del transcurso del tiempo y el antecedente de exposición.
El tratamiento de la intoxicación por cinc consiste en eliminar la exposición al cinc; no hay antídotos disponibles.

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