CADMIO
CADMIO
El cadmio es un metal pesado que ha adquirido una gran
importancia toxicológica; está asociado a la actividad antrópica. A partir de
la mitad del siglo pasado, la producción y el uso de cadmio al nivel industrial
se ha expandido rápidamente, y su eliminación se ha convertido en un serio
problema para el ambiente. Los usos más habituales de este metal son en la
industria de la galvanoplastia, la fabricación de baterías y la estabilización
de algunos plásticos, aunque el cadmio se ha utilizado también en la
elaboración de algunos plaguicidas y fertilizantes.
Estas actividades, lo remueven de sus depósitos naturales
insolubles, distribuyéndolo en los diferentes compartimentos ambientales, como
aire, tierra y agua, siendo éste el más importante. Esta dinámica ambiental del
metal conlleva la exposición crónica de los organismos, con consecuencias tanto
a escala individual como poblacional como consecuencia de los procesos de
bioacumulación. Por ello, los impactos son variados y en ocurren a distintas
escalas, ocurren desde el organismo hasta ecosistema.
El cadmio puede recorrer grandes distancias desde la fuente
de emisión a través del aire. Se acumula rápidamente en muchos organismos,
principalmente moluscos y crustáceos. También se pueden encontrar
concentraciones, aunque más bajas, en vegetales, cereales y tubérculos ricos en
almidón.
El cadmio que entra en el organismo suele fijarse
rápidamente a los tejidos, localizándose la mayor parte en el hígado y el
riñón, donde podrá ejercer sus efectos toxicológicos.
FUENTES DE EMISIÓN
a) Fuentes naturales
El cadmio es un elemento que forma parte de la corteza
terrestre, como un metal blando y de un brillo parecido al de la plata, pero en
esta forma no es muy común hallarlo en el ambiente. Se ve más a menudo
combinado con otros elementos formando compuestos sólidos, estables, que no se
evaporan y que pueden encontrarse en el material particulado.
Puede encontrarse asociado a compuestos de cinc, como la
esfalerita (Zn S) minerales propios son la blenda de cadmio (Cd S), la otavita
(Cd C O3), la monteponita (Cd O) representa el 1,5 x 10-5 % en peso de la
corteza terrestre.
La actividad volcánica es la mayor fuente natural de eliminación
de cadmio a la atmósfera.
b) Fuentes antrópicas
Galvanotecnia, como catalizador (hidrogenación y síntesis de
metano), en la fabricación de esmaltes y en sintetización: se usa óxido de
cadmio.
Fabricación de electrodos negativos de baterías de
Níquel-cadmio, pilas y galvanotecnia: se usa Hidróxido de cadmio.
Fotografía, tintorería y absorbente de H2S: se usa cloruro
de cadmio.
Como pigmento amarillo, en pinturas y vidrio: se usa sulfuro
de cadmio.
Se emplea en la mejora de la estabilidad de los materiales
de PVC frente a la luz y los agentes atmosféricos: se usa estearato de cadmio.
Silicatos y boratos de cadmio presentan fosforescencia y
fluorescencia, y se usan como componentes de las sustancias fosforescentes de
televisores blanco y negro y activadores para producir color azul y verde de
tubos de TV color.
Para el recubrimiento de cobre, hierro y acero por sus
propiedades anticorrosivas. En aleaciones con cobre, níquel, oro, plata,
bismuto y aluminio forma compuestos de fácil fusión, puede usarse como recubrimiento
de otros materiales.
Soldadura de cañerías.
En el tabaco de los cigarrillos.
Quema de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo,
y la incineración de la basura común.
En los fertilizantes de fosfatos o en los excrementos de
animales aplicados al cultivo de alimentos.
Casi todos los alimentos contienen cadmio, pero puede ser en
menor o mayor concentración, sobre todo aquellos que fueron contaminados:
carnes y pescados, animales de abasto, crustáceos y moluscos, lácteos y huevos,
champiñones. Al ser consumidos de forma esporádica, no existe un alto riesgo
para la salud.
Alimentos contaminados, humo del tabaco; la exposición
humana se produce en mayor medida a través del consumo de alimentos
contaminados, la inhalación activa y pasiva del humo del tabaco, y la
inhalación en el caso de los trabajadores de la industria de metales no
ferrosos.
VIAS DE INTOXICACIÓN
INGESTA: puede ser
directamente a través de líquidos, ya sea por las cañerías que contienen cadmio
en sus soldaduras o por el agua que ha sido contaminada por las fábricas que
tiran sus desechos al río, como son aquellas que hacen acabado de metales, la
electrónica, la manufactura de pigmentos (pinturas y agentes colorantes), de
baterías, de estabilizadores plásticos, de plaguicidas (fungicidas), la
electrodeposición, entre otras.
Indirectamente, se puede ingerir cadmio a través de los
alimentos, ya que el mismo que se encuentra en el suelo puede pasar desde el
mismo o el agua contaminada a los vegetales y animales, y de estos al hombre.
Esta cadena es frecuente en áreas mineras, aunque también,
cuando se usan fosfatos con alto contenido de cadmio como fertilizante, la deposición
atmosférica de cadmio en las cosechas en lugares cercano de emisión y el
vertido de lodos contaminados sobre la tierra y el mar, se contribuye a la
contaminación de alimentos.
Los sistemas
acuáticos también son una cadena de bioacumulación a través de los crustáceos,
moluscos, que ingieren plancton con cadmio, y lo acumulan en su organismo. La
fuente principal para los bebes es la leche materna, ya que las madres con
altas concentraciones pueden transmitírselo a través de la misma. Es importante
remarcar que se absorbe entre el 6 y el 10 % del cadmio ingerido.
INHALACIÓN: los
trabajadores se ven expuestos al respirar el aire contaminado (fábrica de
baterías, soldaduras de metales), al respirar el humo de cigarrillo (duplica la
ingesta diaria de cadmio) y al respirar el aire contaminado cerca de donde se
queman combustibles fósiles o desechos municipales. Se absorbe entre el 30 y 50
% del cadmio inhalado.
Destinos del Cd en el
organismo.
El cadmio entra al torrente sanguíneo por absorción en el
estómago o en los intestinos, luego de la ingesta de comida o agua, o por
absorción en los pulmones después de la inhalación.
La absorción de cadmio en el ámbito intestinal se produce en
dos etapas. En la primera, las células de la mucosa internalizan el cadmio
presente en el lumen intestinal, y en la segunda etapa, una parte del cadmio
atraviesa la membrana vaso lateral de los enterocitos para pasar a la
circulación sanguínea. En condiciones normales, en las que la concentración de
cadmio es pequeña, la mayor parte queda retenida en la mucosa intestinal,
principalmente unido a la metalotioneina y es eliminado posteriormente con la
descamación de la pared. Cuando la dosis oral de cadmio es elevada, el metal
libre atraviesa la mucosa para pasar a la circulación sanguínea, almacenándose
en hígado y riñones. Sólo en estos dos órganos se acumula entre el 40 y el 80 %
del cadmio presente en el organismo.
Dentro del hígado,
se une a una proteína de bajo peso molecular. Pequeñas cantidades de ese
complejo proteína-cadmio pasan continuamente del hígado al torrente sanguíneo,
para ser transportado a los riñones y filtrado a través de los glomérulos, para
posteriormente ser reabsorbido y almacenado en las células tubulares del riñón;
este excreta del 1 al 2 % de cadmio tomado directamente de las fuentes
ambientales, lo que provoca una acumulación dentro de los riñones (acumulación
10.000 veces más alta que en el torrente sanguíneo)
Los efectos tóxicos
del Cadmio se manifiestan en los huesos, riñón y riñones (órganos blancos)
Afecta principalmente enzimas e interactúa con grupos SH de las proteínas,
generando radicales libres. Entre los daños que produce en estos órganos
produce podemos citar osteomalacia en los huesos y necrosis del epitelio
pulmonar.
Efectos en animales
(incluyendo al hombre)
Por ingesta: Sistema gatrointestinal: irritación estomacal,
nauseas, vómitos y diarreas, dolores abdominales y musculares, salivación.
Sistema renal y hepático: daños renales como proteinura,
anemia y cálculos renales
Sistema óseo: causa daños en los huesos al desplazar al
calcio (osteoporosis y dolores reumáticos)
Sistema inmunológico: disfunciones
Sistema glandular: afecta la glándula tiroides
Sistema cardiovascular: hipertensión y enfermedades
coronarias
Sistema cutáneo: acumulación en uñas y pelo
Sistema del aparato reproductor: daño en los testículos
Por inhalación
v
Enfisema
v
Enfermedad pulmonar obstruida
v
Fibrosis
v
Neumonitis química aguda
v
Edema pulmonar
DOSIS Y TIEMPO DE
EXPOSICIÓN
La cantidad de metal necesaria para causar un efecto adverso
en una persona expuesta depende de: la vía de entrada, las características de
la exposición, la forma química y sus propiedades físico químicas. Existen más
factores a tener en cuenta que pueden alterar el riesgo de que se presenten
enfermedades por exposición al cadmio, como si se es o no fumador, no usar
equipos de protección en trabajadores, estilo de vida y la edad, entre otros.
MEDIDAS PARA REDUCIR
LA EXPOSICIÓN A CADMIO
Estas son algunas de las intervenciones conocidas para
reducir la liberación de cadmio en el medio ambiente a nivel mundial y la
exposición laboral y hogareña:
v
Aumentar el reciclado de cadmio;
v
Minimizar las emisiones y las descargas provenientes
de actividades tales como la minería y la gestión de desechos;
v
Promover condiciones de trabajo saludables para
quienes manipulan productos que contienen cadmio;
v
Dejar de fumar.
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